En Tierra del Fuego elegimos ser protagonistas.

Decidimos construir nuestro propio destino y nuestro futuro.

Tenemos como provincia un plan de desarrollo en marcha enfocado en la ampliación de la matriz productiva. Un plan para que todos tengamos la oportunidad de desarrollar nuestro proyecto de vida.

Los fueguinos y las fueguinas tenemos una identidad propia que está en construcción permanente. Nosotros queremos una provincia fuerte, autónoma y soberana.

Estamos convencidos de que no hay un crecimiento y desarrollo real sin una educación de calidad e inclusiva. Para ello debemos entre todos avanzar en una transformación educativa profunda.

No hay una provincia fuerte sin una educación fuerte.

Por eso asumimos este desafío colectivo, para que como sociedad transformemos nuestra educación.

No es una tarea de algunos sino una responsabilidad conjunta. Un compromiso que debemos asumir todos.

Toda la comunidad. Docentes, estudiantes, familias, trabajadores, organizaciones sociales, clubes deportivos, sociedades de fomento, centros culturales, referentes barriales, comunidades religiosas, sectores productivos y comerciales, industrias, pymes… Todas las fueguinas y todos los fueguinos.

Todas las voces importan. Porque este camino se construye desde nuestra realidad. Desde nuestra identidad. Sin prejuicios. Sin imposiciones externas. Sin intereses sectoriales.

Creemos en una participación honesta y comprometida. En una educación que escucha, que abraza la diversidad, que forme para el trabajo y la vida comunitaria. Una educación fueguina, con raíces profundas y mirada de futuro con esperanza.

Estamos poniendo en marcha una transformación educativa genuina y fueguina. Y será el pilar fundamental del desarrollo productivo y social para los próximos 40 años.

Queremos una provincia fuerte. Queremos una educación fuerte.

Yo quiero la transformación. Yo quiero la educación