
¿Qué hacer ante un sismo?
Recomendaciones para antes, durante y después.
Antes del sismo: prepararse es clave
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Revisá que tu vivienda esté estructuralmente segura.
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Asegurá estanterías, espejos, televisores, calentadores y objetos pesados.
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No coloques camas ni lugares de descanso bajo repisas con objetos pesados.
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Participá en simulacros o ejercicios comunitarios.
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Tené siempre a mano tu kit de emergencia y tu plan familiar.
Durante el sismo: protegé tu vida
Si estás dentro de un edificio o casa:
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Agachate, cubrite y sujetate. Refugiate bajo una mesa firme o junto a una pared interior.
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Alejate de ventanas, vidrios, lámparas colgantes y objetos que puedan caer.
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No salgas corriendo: podrías lastimarte o exponerte a más riesgos.
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No uses ascensores.
Si estás en la calle:
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Alejate de postes, cables, marquesinas y árboles.
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Buscá una zona abierta y permanecé allí hasta que el movimiento termine.
Si estás en un vehículo:
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Detenete con precaución en un lugar seguro, lejos de puentes, túneles y edificios.
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Mantenete dentro del vehículo hasta que termine el temblor.
Después del sismo: actuá con cuidado
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Verificá si hay heridos y brindá ayuda si podés.
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No uses el teléfono salvo emergencia.
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Revisá instalaciones de gas, luz y agua. Cortá los suministros si detectás daños o fugas.
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Escuchá la radio para recibir información oficial.
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Alejate de zonas costeras hasta que se descarte cualquier alerta de tsunami.
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No entres en edificios dañados hasta que personal capacitado lo autorice.
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Conservá la calma y ayudá a quienes lo necesiten, especialmente niños, personas mayores y con discapacidad.