La AGENDA 2030 Y LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE.
En el 2015, los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, como hoja de ruta hacia un nuevo paradigma de desarrollo en el que las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas toman un rol central. El documento “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” da cuenta de ello. Nuestro País, como miembro de las Naciones Unidas, suscribió a la iniciativa que plantea la Agenda 2030 y se comprometió en avanzar en todo aquello que contribuya a cumplir los ODS.
Esta Agenda Universal, introduce la concepción del Desarrollo Sostenible como eje central del desarrollo de los países. Y si bien esto es aparentemente sencillo, en realidad refleja un complejo equilibrio en relación a las distintas dimensiones del desarrollo: la ambiental, la económica y la social.
La Agenda 2030 aspira a ser transformadora; apela fundamentalmente a la reducción de la pobreza y las desigualdades, a la protección del ambiente, al fortalecimiento de la democracia y las instituciones, en un marco de respeto a los derechos de las personas y comunidades, promoviendo la participación, la colaboración, solidaridad e involucramiento de todas y todos en la búsqueda de mejores condiciones de desarrollo para las personas y el planeta.
En ese marco, se puede afirmar que la Agenda 2030 representa un nuevo pacto universal, un contrato social global donde “no dejar a nadie atrás” es la promesa central y transformadora para el logro del Desarrollo Sostenible; y el camino para lograrlo, es a partir de un marco de resultados compuesto por 17 Objetivos (ODS) y 169 metas de acción.
Esta Agenda Universal, introduce la concepción del Desarrollo Sostenible como eje central del desarrollo de los países. Y si bien esto es aparentemente sencillo, en realidad refleja un complejo equilibrio en relación a las distintas dimensiones del desarrollo: la ambiental, la económica y la social.
La Agenda 2030 aspira a ser transformadora; apela fundamentalmente a la reducción de la pobreza y las desigualdades, a la protección del ambiente, al fortalecimiento de la democracia y las instituciones, en un marco de respeto a los derechos de las personas y comunidades, promoviendo la participación, la colaboración, solidaridad e involucramiento de todas y todos en la búsqueda de mejores condiciones de desarrollo para las personas y el planeta.
En ese marco, se puede afirmar que la Agenda 2030 representa un nuevo pacto universal, un contrato social global donde “no dejar a nadie atrás” es la promesa central y transformadora para el logro del Desarrollo Sostenible; y el camino para lograrlo, es a partir de un marco de resultados compuesto por 17 Objetivos (ODS) y 169 metas de acción.
Para ampliar información se sugiere visitar:
1¿Qué es la Agenda 2030? De los ODM a los ODS
2Qué y cuáles son los ODS?
3ONU en Argentina
4Comisión Económica para CEPAL
5Organización de las Naciones Unidas
ACERCA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, eje central de la Agenda 2030 y ODS.
El camino del Desarrollo Sostenible, tiene un largo recorrido en la historia mundial. Si bien el concepto comienza a ser ampliamente aceptado a partir del Informe de la Comisión Brundtland (1983), el debate profundo y las reflexiones sobre el desarrollo y el impacto de las actividades humanas en el ambiente, ya estaban arraigadas en la comunidad internacional. El Informe que emitió la Comisión, “Nuestro Futuro Común” (1987), presentó el término “desarrollo sostenible”, como “el desarrollo que permite satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro de satisfacer sus propias necesidades”. En él se pretendía, no sólo asegurar el desarrollo de los países con menor nivel de desarrollo, sino también procurar agendas de protección del ambiente, lo que indefectiblemente llevó a pensar en la integración de lo que hoy se conoce como las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la social, la ambiental y la económica.
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De allí en más, el concepto empieza a tomar fuerza a nivel mundial. A partir de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) realizada en Río de Janeiro en el año 1992, se emite la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, donde se formaliza el concepto, a través de la definición de los principios de la Declaración de Río.
Diez años después, se celebra en Johannesburgo (2002) la Cumbre Mundial del Desarrollo Sostenible, lugar donde hombres y mujeres, en su carácter de líderes mundiales, jefes de Estado y de gobierno, dirigentes de empresas y representantes de la sociedad civil, renuevan el compromiso político y la determinación de trabajar en pos del desarrollo sostenible. Se afirma dar continuidad al plan de acción del desarrollo sostenible aprobado en la Cumbre para la Tierra (1) y lo relativo a la financiación para el desarrollo (2). Los temas centrales giran en cómo cambiar el rumbo para lograr un futuro sostenible, promoviendo formas de vida que puedan poner fin al exceso de consumo y producción.
En el año 2012, se realiza en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20) con dos ejes centrales de debate; por un lado “la economía verde en el contexto de desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza” y por otro, “el marco institucional para el desarrollo sostenible”. La idea de una “economía verde” suponía que el cambio de paradigma necesario para proteger el medio ambiente puede generar también nuevas oportunidades de crecimiento económico, un tema importante en un momento de crisis internacional (CEPAL [ONU], s.f). La Cumbre, dió como resultado el informe “El futuro que queremos” y el lanzamiento del proceso de establecimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lo que significaría la fusión del proceso internacional hacia el desarrollo sostenible con la agenda internacional de desarrollo para el período post-2015.
Este nuevo paradigma del desarrollo sostenible al que nos compromete la Agenda 2030, es un llamado a adoptar un enfoque diferente del desarrollo, y promover otra forma de vincularnos con el resto del mundo, reconociendo la interdependencia entre países, asumiendo que las decisiones que se adoptan en una parte del mundo pueden afectar al resto. Debido a este contexto de globalización e interdependencia, la Agenda 2030 ha otorgado especial relevancia a las alianzas, entendiendo que la comunidad internacional necesita promover vínculos, sostenidos en la solidaridad y la cooperación internacional.
En el año 2012, se realiza en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20) con dos ejes centrales de debate; por un lado “la economía verde en el contexto de desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza” y por otro, “el marco institucional para el desarrollo sostenible”. La idea de una “economía verde” suponía que el cambio de paradigma necesario para proteger el medio ambiente puede generar también nuevas oportunidades de crecimiento económico, un tema importante en un momento de crisis internacional (CEPAL [ONU], s.f). La Cumbre, dió como resultado el informe “El futuro que queremos” y el lanzamiento del proceso de establecimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lo que significaría la fusión del proceso internacional hacia el desarrollo sostenible con la agenda internacional de desarrollo para el período post-2015.
Este nuevo paradigma del desarrollo sostenible al que nos compromete la Agenda 2030, es un llamado a adoptar un enfoque diferente del desarrollo, y promover otra forma de vincularnos con el resto del mundo, reconociendo la interdependencia entre países, asumiendo que las decisiones que se adoptan en una parte del mundo pueden afectar al resto. Debido a este contexto de globalización e interdependencia, la Agenda 2030 ha otorgado especial relevancia a las alianzas, entendiendo que la comunidad internacional necesita promover vínculos, sostenidos en la solidaridad y la cooperación internacional.
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1 -Programa 21 (1992) Rio de Janeiro, Brasil.
2 -Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (2002). Monterrey, México.
LA AGENDA 2030
y LA GESTIÓN
PROVINCIAL
Como sabemos, nuestra querida Provincia ha sido pionera en incorporar en su marco legislativo fundacional aprobado en el año 1991, la dimensión ambiental como parte esencial del Desarrollo. Es decir, nuestra Constitución Provincial consagra el principio de “Desarrollo Sostenible” como único mecanismo para permitir el crecimiento y desarrollo socioeconómico de la Provincia, en armonía con la libre y permanente disponibilidad en el tiempo de los recursos naturales renovables y no renovables, garantizando su utilización racional a las generaciones futuras.
En relación a ello, cuando asumimos como gobierno teníamos en claro que queríamos conducir los esfuerzos en ese sentido, reafirmando no sólo el espíritu de nuestra Carta Magna, sino además de los nuevos compromisos asumidos en 2016, con la Agenda 2030.
En relación a ello, cuando asumimos como gobierno teníamos en claro que queríamos conducir los esfuerzos en ese sentido, reafirmando no sólo el espíritu de nuestra Carta Magna, sino además de los nuevos compromisos asumidos en 2016, con la Agenda 2030.
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En consecuencia, mediante el Decreto Provincial 1059/21 formamos el Comité Ejecutivo Provincial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que lleva adelante el proceso de implementación de la Agenda 2030 en la Provincia. Dimos comienzo a nuestro trabajo poniendo énfasis en el proceso de sensibilización para lograr que se incorpore la visión integradora del desarrollo sostenible en las acciones y decisiones públicas. Al mismo tiempo, fuimos incorporando procesos de medición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, actividades inéditas hasta el momento en la administración pública provincial.
En dos años de gestión, hemos dado importantes pasos que van a definir el trabajo de aquí al 2030. Nos concentramos en diseñar y planificar una estructura organizativa, capaz de garantizar a largo plazo la sostenibilidad de las políticas públicas que la misma naturaleza de la Agenda 2030 promueve. Planificamos y diseñamos instrumentos de medición para rendir cuentas al ciudadano de los avances logrados de los ODS. Y nos enfocamos en fortalecer alianzas locales, regionales, globales para seguir profundizando en los desafíos más significativos que tenemos por abordar durante los próximos años.
Asimismo, consideramos a la Agenda 2030 como una oportunidad para mejorar el modelo de gestión pública; los ODS pueden ser el puntapié para impulsar cambios en la cultura de la administración para incorporar prácticas no habituales tales como la planificación, la medición y evaluación de políticas públicas, la rendición de cuentas, entre otras. Para reforzar esta política y sentar las bases para garantizar la sostenibilidad de este trabajo de planificación y medición ODS -inédito hasta el momento-, también se crea la Red Institucional ODS integrada por los representantes políticos y orgánicos de todas las áreas del gobierno provincial.
En resumen, como gobierno nos propusimos un gran desafío; desarrollar capacidades institucionales lo que implica un largo camino, focalizando en aspectos sustanciales como la articulación interna y externa promoviendo alianzas, la planificación y la vinculación con el presupuesto, la tecnología de la información y la comunicación, la participación, el fortalecimiento de las competencias profesionales y la capacitación, entre otros. En esa línea de trabajo, seguiremos enfocando nuestros mayores esfuerzos, convencidos de que el camino que nos convoca a todos, es el de la cooperación e integración, de manera de alcanzar un desarrollo inclusivo, justo y sostenible, en el que “nadie se quede atrás”.
En dos años de gestión, hemos dado importantes pasos que van a definir el trabajo de aquí al 2030. Nos concentramos en diseñar y planificar una estructura organizativa, capaz de garantizar a largo plazo la sostenibilidad de las políticas públicas que la misma naturaleza de la Agenda 2030 promueve. Planificamos y diseñamos instrumentos de medición para rendir cuentas al ciudadano de los avances logrados de los ODS. Y nos enfocamos en fortalecer alianzas locales, regionales, globales para seguir profundizando en los desafíos más significativos que tenemos por abordar durante los próximos años.
Asimismo, consideramos a la Agenda 2030 como una oportunidad para mejorar el modelo de gestión pública; los ODS pueden ser el puntapié para impulsar cambios en la cultura de la administración para incorporar prácticas no habituales tales como la planificación, la medición y evaluación de políticas públicas, la rendición de cuentas, entre otras. Para reforzar esta política y sentar las bases para garantizar la sostenibilidad de este trabajo de planificación y medición ODS -inédito hasta el momento-, también se crea la Red Institucional ODS integrada por los representantes políticos y orgánicos de todas las áreas del gobierno provincial.
En resumen, como gobierno nos propusimos un gran desafío; desarrollar capacidades institucionales lo que implica un largo camino, focalizando en aspectos sustanciales como la articulación interna y externa promoviendo alianzas, la planificación y la vinculación con el presupuesto, la tecnología de la información y la comunicación, la participación, el fortalecimiento de las competencias profesionales y la capacitación, entre otros. En esa línea de trabajo, seguiremos enfocando nuestros mayores esfuerzos, convencidos de que el camino que nos convoca a todos, es el de la cooperación e integración, de manera de alcanzar un desarrollo inclusivo, justo y sostenible, en el que “nadie se quede atrás”.
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LA AGENDA 2030 y LA VINCULACIÓN CON LOS EJES ESTRATÉGICOS DE GESTIÓN.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible han sido la guía para la formulación del plan estratégico de gobierno definido por el actual Gobernador Prof. Gustavo Melella y todo su equipo de gestión;
De esta manera, centrados en la inclusión, la cooperación y la integralidad que propone el desarrollo sostenible que enmarcan los 17 ODS, se definieron los siguientes EJES ESTRATÉGICOS DE GESTIÓN 2019-2023.
EJES ESTRATÉGICOS DE GESTIÓN:
1. Gobernanza, Estado fuerte y moderno.
2. Desarrollo Territorial y Hábitat.
3. Desarrollo Productivo Sostenible, con generación de empleo.
4. Desarrollo Humano Integral con igualdad de oportunidades.
5. Integridad e Integración Territorial y Marítima.
De esta manera, centrados en la inclusión, la cooperación y la integralidad que propone el desarrollo sostenible que enmarcan los 17 ODS, se definieron los siguientes EJES ESTRATÉGICOS DE GESTIÓN 2019-2023.
EJES ESTRATÉGICOS DE GESTIÓN:
1. Gobernanza, Estado fuerte y moderno.
2. Desarrollo Territorial y Hábitat.
3. Desarrollo Productivo Sostenible, con generación de empleo.
4. Desarrollo Humano Integral con igualdad de oportunidades.
5. Integridad e Integración Territorial y Marítima.